Para empezar, te diremos que son moléculas que están en nuestro cuerpo. Si tienes alguna noción sobre ellas o no, es posible que te suene a algo 'malo'. Pues bien, no vas mal encaminado.


Los radicales libres, concretamente, son moléculas orgánicas responsables del envejecimiento y deterioro de los tejidos de nuestro cuerpo. Esto es así, porque son átomos o grupos de átomos muy inestables. Esto significa que tiene un número impar de electrones y para estabilizarse tienen que 'robar' un electrón extra de alguna molécula.
Cuando estos átomos consiguen su par, lo hacen dañando otra molécula, dejándola afectada. El resultado de esto es que ésta dejará de hacer la función que cumplía cuando estaba 'entera'. Por si fuera poco, esta molécula se convierte en un radical libre, por lo que tendrá que romper otra para conseguir su par.
De esta forma, estos radicales libres van desgastando y 'comiendo' poco a poco los tejidos. El resultado es el envejecimiento. Estarás pensando si hay alguna forma de parar estos procesos. Pues bien, los antioxidantes son los únicos que pueden detener a los radicales libres. ¿Cómo?, a base de una alimentación sana, los antioxidantes que entran en nuestro organismo se encargan de establecer una barrera que defiende a las moléculas sanas de la acción de los radicales libres.
Los antioxidantes
Los antioxidantes los encontrarás en la vitamina E, C y en el beta-caroteno. La vitamina E está en los frutos secos, aceites de oliva, en los cereales integrales y los albaricoques. Por su parte, la vitamina C, está en alimentos como la naranja, el kiwi, las espinacas, el brócoli o los pimientos verdes.
Por último, el beta-caroteno, también denominado como pro-vitamina A, la podrás encontrar en los huevos, el hígado, la leche, el tomate, los melocotones o las zanahorias, entre otros alimentos. Ahora que sabes lo que son los radicales libres, ¿estás preparado para luchar contra ellos?
Fuente de la imagen ThimkStock.