

Es importante que mantengas la piel limpia, para eliminar todas las impurezas posibles; después puedes emplear una crema hidratante, aplicándola con movimientos circulares y ascendentes, que ayudará a activar la circulación sanguínea y hacer que se absorba mucho mejor. Ahora es el momento de utilizar el corrector, si eres de las que padeces muchas imperfecciones, zonas rojas, manchas o granitos y especialmente en las bolsas bajo los ojos, contorno de la nariz y párpado móvil, ya que aportará luminosidad.
Si dispones de algo más de tiempo y tu piel no se encuentra en el mejor de los estados, puedes aplicar con la cara limpia, un serum, que ayudará a revitalizar tu piel y a la vez hidratará e iluminará tu piel y un contorno de ojos, antes de aplicar tu crema hidratante sobre cara y cuello. Después, aplica la base del maquillaje sobre el rostro y el cuello, para que no exista diferencia entre ellos, eligiendo un color, lo más parecido al tono de piel.
Delinea los ojos, con un lápiz, siguiendo la línea de las pestañas superiores e inferiores y varias capas de máscara de pestañas, para conseguir volumen, esperando unos segundos entre ellas, para evitar que se apelmacen; procura elegir una máscara de pestañas inalterable y de larga duración.
Por último, si lo deseas, puedes poner un poco de rubor en tus mejillas y mentón; rosa o nacarado, según sea tu tono de piel, para reavivar el cutis y esculpir el rostro, y aplicar brillo de labios, para ofrecer un buen aspecto a los labios.