

Tipos de piel
El tipo de piel se determina genéticamente y se puede dividir en piel normal, piel grasa, piel seca, piel mixta y piel sensible.
Piel normal
La piel normal posee una textura suave y lisa y tiene un equilibrio adecuado entre el componente graso y el contenido de humedad; es una piel elástica y flexible y la menos problemática de todos los tipos de piel. Los poros son muy pequeños y apenas visibles, y la piel no suele desarrollar manchas e imperfecciones, además de poseer una buena circulación, por lo que suele aceptar un tratamiento suave.
Piel grasa
La piel grasa posee una excesiva producción de sebo, haciendo que la superficie de la piel se muestre grasosa y con brillos; es una piel propensa a los puntos negros, al acné y a la aparición de manchas. Generalmente las zonas más afectadas, son las mejillas, nariz y frente, que muestran los poros muy dilatados. Este tipo de piel necesita ser limpiada en profundidad diariamente, aunque a diferencia de la piel seca, no es propensa al envejecimiento, ni a las arrugas.
Piel seca
La piel seca tiene una apariencia escamosa, seca y apretada, con tendencia al envejecimiento y es propensa a padecer arrugas y líneas de expresión, debido a que esta piel no puede retener humedad y a una incapacidad de producir grasa por las glándulas sebáceas. La piel seca muestra problemas en climas fríos y envejece más rápido que la piel normal o grasa; necesita de una protección constante, con mascarillas naturales y un buen tratamiento hidratante, tanto de día como de noche.
Piel mixta
Este tipo de piel es muy común y tiene parches según la zona de la cara, tanto grasa como seca. La zona T - frente, nariz y barbilla- es grasa y el resto -mejillas y áreas alrededor de los ojos y la boca-, es seca, cada una de ellas necesita un tratamiento adecuado para su problema. Las zonas grasas necesitan una limpieza profunda y las zonas secas, una hidratación completa.
Piel sensible
Este tipo de piel tiene una textura fina, con tendencia a la sequedad, inflamación y a la irritación con facilidad, y es muy sensible a los cambios climáticos; suele desarrollar áreas rojizas y escamosas, con tendencia al picor, siendo la piel más problemática de todas. Las personas con piel sensible deben evitar los productos con perfumes, o ingredientes químicos que puedan irritar la piel y necesitará de un estudio independiente para encontrar el tratamiento más adecuado.