Para asegurar un bronceado duradero es importante exfoliar antes de la exposición al sol, pero no después. Al preparar la piel con un buen lavado podrás reducir la sequedad que puede llevar a padecer descamación y a su vez ayudar a desarrollar un bronceado más profundo y duradero. Trata de resistirte a usar exfoliantes agresivos.
Hidratante
Hidratar después del sol, es lo que debes de tener en cuenta y llevar a rajatabla; utiliza productos especializados para tal fin que trabajan con la propia capacidad natural de la piel bronceada y se comprometen a incrementar el bronceado hasta en un 50%. Además, estas cremas poseen la capacidad de mantener la piel hidratada.
Ducharse
Cambia tu gel de baño para un baño de aceite , que es super-hidratante y cambia la esponja por una toalla o manga de toalla, que ayuda a potenciar el gel de baño y es lavable a máquina.
Depilación
No te hagas la cera cuando estás bronceada, y cambia tu maquinilla de afeitar por una afeitadora eléctrica que no eliminará tantas células superficiales de la piel.
Nunca es demasiado tarde para mantener su rutina durante o después de la exposición solar. Beber mucha agua hidrata desde dentro hacia afuera y ayudará a evitar que te peles, y durante el bronceado, consume nutrientes naturales que ayuden a broncearte.
Evita quemarte, ya que no sólo aumenta el riesgo de daño solar, el envejecimiento y el cáncer de piel, sino que va a arruinar las posibilidades de desarrollar un bronceado uniforme y duradero; en cambio si por error te has visto sobreexpuesta al sol, existen productos que pueden revertir el daño, poductos antienvejecimiento y aquellos destinados a reducir la aparición de manchas y la decolorción de la piel.
Fuente Imagen ThinkStock.
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