

El cutis fino se caracteriza porque es más delicado, presenta menos poros y es más sensible ante los cambios de humedad y de temperaturas. Ya de por sí, la piel que forma la cara y el cuello, cubre múltiples y minúsculos músculos en un espacio muy cercano a los huesos. Cuando hablamos de el cutis nos referimos a la epidermis que es la capa más extrema de la piel y por tanto la que más se debe de cuidar. Se conoce por cutis fino, la delicadeza a modo de porcelana, el estar exenta de grasa y de mantener un color y textura homogéneos sin granos ni nada que la perturben. Se suele tener con un cutis fino, además, la piel seca y por lo tanto hay que procurar hidratarla para evitar que se quiebre y salgan antes arrugas de lo que se desearía.
Cuidados sencillos
Diariamente hay que limpiar la piel, con una crema específica que no de alergias y después aplicar un tónico para que la hidrate y de un aspecto limpio y fresco.
Cremas específicas
Las cremas hidratantes pueden aplicarse de día y/o de noche, según la necesidad de nuestra piel. No es bueno que se abuse de estos productos, se trata de darle a la piel lo que necesita y si en este caso es hidratación, también la conseguiremos mediane nuestros hábitos.
Especial cuidado con
El tabaco y algunos fármacos no son buenos, deshidratan la piel y favorecen a la aparición de manchas o la despigmentación de esta.
El sol, en su medida correcta, según los médicos, con que nos de un poco en la cara cuando salimos a la calle es más que suficiente. Por la cada vez menor protección del ozono, es más conveniente usar cremas y maquillajes de protección solar.
La zanahoria es uno de los mejores alimentos junto al tomate para la piel, pero tengamos en cuenta que los excesos en nada son buenos.
Beber mucha agua, es bueno para todo y en especial para mantener una piel limpia y sana.