

Para preparar la mascarilla, necesitarás aceite de sándalo -que lo puedes adquirir en una tienda naturista o herboristería-, aceite de almendras. Éstos aceites se mezclan con un poco de leche dos veces por semana, dando un suave masaje al rostro, lo que aportará luminosidad; con esta mascarilla casera podrás darle brillo al rostro y reavivar la piel, eliminando la palidez y aportando un toque luminoso.
Otra mascarilla que también aportará luminosidad al rostro es la siguiente: Elige unas fresas frescas o frambuesas maduras, lávalas bien y haz un puré suave con ellas, que no sea muy espeso, y aplícala sobre el rostro durante media hora; al cabo de ese tiempo, lava tu piel con agua fría y verás como la piel, se verá más descansada , además de, dar color y reavivar el rostro.
Para dar brillo, vivacidad e iluminar la piel en pieles normales, es recomendable la mascarilla siguiente: colocar 1/4 taza de agua caliente en un recipiente y disolver en ella una cucharada de miel, 1/2 cucharada de levadura y tres cucharadas de aceite de soja; mezcla todos los ingredientes que has añadido y, poco a poco, comienza a añadir cinco cucharadas de avena hasta que consigas una pasta homogénea con una consistencia más bien espesa.
Una vez conseguida la consistencia adecuada, aplícala sobre el rostro y sobre las zonas de piel que quieras beneficiar con esta mascarilla. Aplica la mezcla con movimientos circulares, y déjala actuar durante al menos 15 minutos. Después, enjuágate las zonas tratadas con abundante agua tibia; verás como tu rostro se ve más hidratado y cargado de luminosidad.
Imagen de: vanidadfemenina
muy buena la pagina