Rutinas de belleza antes de irse a dormir

Aunque en principio a muchas de nosotras nos da pereza establecer una rutina de belleza antes de dormir, lo cierto es que hacer este esfuerzo merecerá la pena. Debes tener en cuenta que la piel está expuesta durante todo el día a un sinfín de agresiones, como son el clima, la contaminación, el maquillaje… y por la noche es cuando puede descansar y regenerarse, por lo que llevar a cabo esas rutinas que te vamos a explicar es especialmente importante.

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adm834ha
lunes, 4 mayo, 2020
Rutinas de belleza antes de irse a dormir

Cuidados de belleza antes de dormir

Antes de irnos a la cama, lo que debemos acostumbrarnos a hacer es:

Lavarse la cara en profundidad

Este primer consejo puede parecer obvio, pero es muy importante no pasarlo por alto. Antes de irnos a dormir hacer una limpieza del rostro en profundidad para retirar todas las impurezas y contaminantes que hayamos podido acumular durante el día. A esta limpieza diaria puedes añadir una vez por semana una sesión de exfoliación para limpiar más en profundidad tanto la piel de la cara como los labios.

Tonifica e hidrata la piel

Siempre es importante cuidar la hidratación de la piel y es especialmente importante para ayudarla a repararse mientras dormimos, antes de aplicarnos la crema hidratante es una buena idea usar un tónico que ayudará a cerrar los poros y a preparar la piel para la crema hidratante.

No olvides el resto del cuerpo

A menudo en los rituales de belleza nos centramos sólo en el rostro, pero la piel del resto del cuerpo también merece nuestra atención. Especialmente debemos cuidar la hidratación y los cuidados de la piel del pecho y el escote, para ello podemos utilizar una crema revitalizante.

Rutina de gimnasia facial

Para ayudar a combatir la aparición de las arrugas y las patas de gallo podemos hacer algunos de los múltiples ejercicios de gimnasia facial que existen y que nos ayudarán a tener la piel más tersa.

Cuida la ropa de la cama

Por último es importante que prestes atención a la ropa de la cama, cambiando las sábanas frecuentemente (ten en cuenta que en ellas se depositarán restos de sudor y suciedad de la piel) así como cuidar el tejido, procurando que sean materiales que sean suaves como la seda o el satén que minimizarán las fricciones con la piel.  

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