

Retomando looks ancestrales, el Vintage enfatiza la apariencia del rostro suavizando sus contornos y haciéndolo más femenino y estilizado; el resultado es un cuadro perfecto para una mirada inocente sonde resalta un maquillaje suave y natural. Los colores de maquillaje Vintage son básicos, están los rojos, los rosas para los labios y los celestes y grises para los párpados. Y la combinación que cierra un estilo entretenido, atractivo y audaz es el peinado al tono. Los cortes armados, los rodetes y recogidos, los trenzados; es sólo cuestión de animarse y probar.
El Vintage es un juego de formas, colores y texturas que buscan mostrar a través del conjunto una emoción, un sentimiento, pero al mismo tiempo da cabida a diferentes posibilidades. Este juego invita a la mirada ajena a un ejercicio mental de que sabe que lo que está viendo es conocido, lo vió en algún lado, es raro y lindo a la vez. Esto es lo que provoca que sea atractivo un look personal o la decoración del hogar en el estilo Vintage.
El estilo "Cabaret", para empezar, hace énfasis en la mujer sobria y glamorosa, que quiere aparecer elegante combinando texturas. Muy de los años veinte, del can can y el charleston el cabaret utiliza el rojo en los labios pequeños, las cejas inexistentes, los ojos renegridos, el flequillo impecable, las faldas cortísimas y escotes extravagantes. Contrastando con este nos encontramos con el estilo "Diva" , mujer cautivadora del cine, con su melena enrulada y su cintura ajustada arrasa con toda su femeneidad por el mundo. Colores pasteles y románticos, maquillaje natural en colores suaves, superprolija y femenina la diva parece que siempre sabe lo que quiere.
La "Chelsea" es la chica del barrio bohemio, arraigada a las tendencias urbanas, amante de las texturas y el rubio sofisticado; el cabello al estilo London Swing es su mayor juego de movimiento, un look ambiguo entre la inocencia del pelo dócil, pero con degradaciones más atrevidas, en tanto que en el corazón del Vintage, se ubica el estilo "Moon Drop", reflejo más claro de la nostalgia y el romanticismo, la mujer dulce y de mirada cautivadora que refleja carácter, adornada con un ondulado suave y armonioso, usando colores tradicionales que no muestran pretensión.
Un completo abanico de posibilidades entre largos y cortos, texturas modernas y contornos de antaño bien definidos, que revelan a la mujer actual la posibilidad de verse y sentirse hermosa y femenina; diferente pero siempre bella. Imagen: Yolkfolk