

Unas uñas débiles, quebradizas, que presentan estrías, tonos extraños, curvaturas anómalas, son síntoma de que algo no está yendo bien. Las uñas, como el pelo u otras partes del cuerpo que no duelen, reflejan el estado de salud que tenemos y aunque no percibamos dolor alguno, debemos atender las señales que emiten nuestras uñas.
Seguro que hemos visto alguna vez a alguien que tiene las uñas con las crestas levantadas, con una forma cóncava, ¿verdad?. Pues es probable que esa persona tenga anemia. Es un problema más frecuente en las mujeres y requiere tratamiento médico.
Otro de los problemas frecuentes que presentan las uñas son las llamadas líneas de Beau. Consisten en depresiones en la superficie de la uña en forma horizontal. Suelen salir como consecuencia de una cirugía o una enfermedad grave y también en casos de desnutrición.
La uña frágil o que se descascarilla con facilidad puede ser síntoma de estar expuesto a la humedad de forma excesiva, aunque también por abuso de los esmaltes de uñas. Conviene aplicar esmaltes de buena calidad y descansar de vez en cuando entre manicuras para que la uña respire.
La leuconiquia consiste en la decoloración de la uña, o la presencia de puntos blancos. Estas manchitas se producen por golpes o heridas en las base de una uña debilitada por las agresiones químicas de los detergentes u otros productos químicos. También por la falta de nutritientes y vitaminas como el zinc, el hierro, vitamina A o vitamina B6.
Fuente de la imagen: alexsandro
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