

La plataforma vibratoria es un aparato que reproduce las vibraciones beneficiosas que el cuerpo humano produce en la actividad física de locomoción. Estas vibraciones se transmiten desde el pie, ascendiendo por las piernas, la columna vertebral, cuello y cabeza, produciendo importantes beneficios.
Mediante la adecuada combinación de intensidades y programas, la plataforma vibratoria emite distintos tipos de vibraciones que actuarán a nivel muscular y esquelético, así como a nivel metabólico, en la producción hormonal y en aumento del gasto calórico, lo que conlleva una pérdida de peso y mejora del estado general.
Para aprovechar correctamente estas vibraciones deberemos adoptar determinadas posturas sobre la base de la plataforma, que afectarán a un grupo muscular determinado.
Las sesiones tiene una duración aproximada de 20 a 25 minutos, que se organizan por ciclos en los cuales por cada minuto de vibraciones recibido se deberá guardar otro tanto de reposo. Estas sesiones no deben superar las tres veces por semana para permitir descansar al cuerpo y recuperarse y en un mes se empiezan a notar los resultados.
Es de suma importancia respetar escrupulosamente la combinación del programa adecuado, la intensidad de la vibración, los tiempos de descanso y que la postura sea la correcta o podríamos tener lesiones.
Las contraindicaciones, que las hay y se debe tener en cuenta, son no utilizar en caso de estar embarazada, sufrir hernias, problemas en la retina, vasculares, epilepsia, llevar marcapasos o DIU y patologías en el aparato reproductor, entre otros, por lo que es aconsejable consultar a un médico antes de iniciarse en el uso de las plataformas vibratorias.
Fuente de la imagen ThinStock.