Hay veces, que después de estas tres etapas, no hay un nuevo pelo para sustituir a la anterior, lo que provoca una progresiva e incluso visible en algunos casos, pérdida de cabello.
La pérdida de cabello después del embarazo es común y tiene como causa los cambios hormonales que se producen durante esta etapa. Las vitaminas tomadas durante el embarazo, permiten que el cabello esté en buenas condiciones, sin embargo, después de este periodo y como consecuencia de los cambios hormonales que se producen, el cabello se debilita, transcurriendo entre 1 y 3 meses hasta que su estado vuelve a la normalidad. También el cambio en la dieta o algunas deficiencias de vitaminas pueden provocar este cambio la pérdida de cabello.


Durante el embarazo, el pelo se mantiene en una fase de reposo, de modo que el pelo cae con menos frecuencia para ser sustituido. Así, después del parto, esto cambia y hay una mayor caída, que puede hacer caer estos pelos hasta 6 meses después.
Esta pérdida de cabello suele ser homogénea, sin producir calvas, por lo que se hablaría de una reducción de volumen en general, aunque siempre puede haber zonas que sufran esta pérdida más que otras. Además de esto, también se presenta en ocasiones, el crecimiento de pelo más fino en la zona frontal, alrededor de las orejas o la parte superior.
Dado que el problema debe ser temporal, no hay razones para alarmarse, es cuestión de tiempo y de una correcta alimentación, así como de las vitaminas necesarias que eviten el problema, incluyendo en algunos casos el tratamiento con productos específicos. En estos casos, lo más recomendable es consultar al médico para que recomiende el tratamiento más adecuado, quizás después de realizar unos análisis.
De modo complementario, resultará útil utilizar champús y acondicionadores que fortalezcan el cabello, evitar el uso de secadores y planchas de pelo en la medida de lo posible y no olvidar en la dieta las propiedades que más beneficio aportan al pelo: zinc, vitamina B y C y biotina.
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