Inicialmente la terapia vibracional se pensó para que las personas que tenían limitaciones en su función motora, realizasen ejercicio aunque hoy en día es uno de los tratamientos corporales más demandados, ya que incrementa el consumo calórico y libera las grasas. 10 minutos de esta terapia, equivalen a una hora de ejercicio.


El funcionamiento de la terapia vibracional es muy sencillo, ya que se basa en que este movimiento en el cuerpo va a producir un reflejo de contracción involuntario que las eleva hasta su máximo, unas 25 contracciones por segundo, sin sufrir las articulaciones, ni los ligamentos, ni los tendones.
Es esencial que estas sesiones las realices 10 minutos inmediatamente después de otra técnica como la radiofrecuencia o la cavitación. El consumo de estas calorías inmediatamente ayuda a perder peso y a acabar con la distención abdominal, a la vez que se combate la celulitis y se mejora el estrés.
Gracias al aumento del metabolismo basal, te ayudará a perder peso, se reafirmarán zonas donde tenías flacidez, combatirás la celulitis y se incrementará la producción de hormonas regenerativas.
En tan sólo diez minutos de plataforma vibratoria oscilante, se puede conseguir lo mismo que con una hora de ejercicio y trata patologías como la incontinencia o la osteoporosis. Si eres de las que practicas deporte, incrementará tu fuerza y elasticidad, así como la potencia, la agilidad, la coordinación y el rendimiento en general.
Se pueden eliminar los dolores provocados por problemas musculares y prevenir, y tratar enfermedades neuromusculares, como el Parkinson o la osteoporosis. En la tercera edad, se mejorará el equilibrio corporal y la capacidad de andar.
Fuente Imagen ThinkStock.
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