

Principales cuidados de la piel en invierno
Una correcta hidratación durante todos los días del año, tal y como estiman muy diversos dermatólogos al respecto, se convierte en una de las principales claves que nos permitirá tener una piel mucho más saludable, sea la época que sea. Durante los meses de invierno, cuando las elevadas temperaturas se adueñan de cada uno de los rincones de la ciudad, nuestra piel puede mostrarse más vulnerable. La epidermis se reseca con más frecuencia durante este período del año, debido fundamentalmente a los cambios radicales de las temperaturas. Los escudos naturales de nuestra piel, en este sentido, se ven mermados ante nuestras continuas idas y venidas en espacios dominados por las elevadas temperaturas como los de nuestro hogar, medios de transporte o centros comerciales o al pasar al frío gélido del exterior. Tales movimientos y cambios de estado en nuestra piel, pueden contribuir a la descamación cutánea.


No obstante, además de la hidratación, como tratamiento fundamental para reforzar la protección de nuestra superficie cutánea frente a la acción y amenaza de muy diversos agentes externos con malas intenciones, hemos de apostar al máximo por nuestra higiene personal. Esto último quiere decir, que resulta básico, limpiar nuestro rostro dos veces al día, nos hayamos maquillado o no, una vez por la mañana y otra por la noche. Por otro lado, y a pesar de que nos encontremos en época de frío, no hemos de subestimar la incidencia de los rayos del sol, cuya exposición a los mismos, además de ser causa de afecciones como el cáncer de piel, también puede contribuir a su deterioro y a acelerar el envejecimiento de nuestras células. Por ello, siempre hemos de apostar por cremas de protección solar durante todo el año. Las sustancias contaminantes y demás partículas que circulan por el ambiente pueden penetrar en nuestra superficie cutánea y contribuir al aumento de su toxicidad, de ahí la relevancia de apostar en todo momento por la limpieza de nuestra piel.
Tratar la piel con homeopatía
En el caso de que tu piel sea víctima de eccemas o afecciones similares, es conveniente optar por tratamientos que no perjudiquen tu propio bienestar como es el caso de la homeopatía. El eccema, constituido por una especie de placa de tonalidad rojiza y ligeramente elevada que acabará por descamarse, se podría enfocar a tratamientos homeopáticos que pueden tratar dicho eccema, aunque siempre es aconsejable seguir las pautas determinadas por un homeópata especializado en este ámbito.


En el universo de la homeopatía podrás encontrar muy diversos medicamentos que te permitirán tratar otras muchas afecciones cutáneas como la dermatitis seborreica o atópica. Tal y como puedes comprobar, la homeopatía se presenta como uno de nuestros grandes aliados para mejorar el estado de nuestra piel y contribuir a su completo bienestar. Al mostrarse saludable por dentro, también lo hará en el exterior, manifestándose mucho más luminosa y resplandeciente. ¿Y vosotros?, ¿habéis probado los beneficios de la homeopatía?, ¿qué os parecen?