

El pelo ejerce una influencia tal en nuestra imagen y nuestro propio bienestar que su pérdida, según confirman varios estudios oficiales, podría conducir a la angustia, la depresión, el aislamiento o la inseguridad, incidiendo de manera aplastante en los niveles más emocionales de la persona. Bien sea por el hecho de padecer alopecia en cualquier de sus variantes como pueda ser la areata o fibrosante, o debido a un trastorno alimentario, las personas que han sufrido este tipo de pérdidas capilares no dudan en afirmar que su vida laboral, emocional y social se ve limitada.
Uso del injerto capilar
De esta forma, mientras la mujer puede ver este tipo de afecciones como la pérdida de su feminidad, el hombre lo considera como un deterioro de su propia imagen. Si, por ejemplo, nos atenemos a los datos de la International Society of Hair Restoration Surgery, se determina que en todo el mundo se realizan un total de unos 250.000 trasplantes capilares. Más concretamente, en España esta técnica se ha incrementado por tres en los últimos años, tanto por parte de los hombres como de las mujeres.


Presentado como un procedimiento quirúrgico con un resultado definitivo y totalmente indoloro, el injerto capilar permitirá al paciente recuperar su propio cabello. A pesar de que el 70% de las personas interesadas en someterse a este tipo de tratamientos son varones, lo cierto es el que el número de mujeres se ha incrementado en un nada desdeñable 30%. La práctica totalidad de los hombres que optan por el injerto capilar son menores de 54 años, mientras que las mujeres superan los 34 años.
Para llevar a cabo este procedimiento, se hará uso del pelo del propio paciente, el cual habrá sido extraído previamente en aquellas zonas donde no existe riesgo alguno de que se desprenda. Estas acciones están encaminadas a cubrir las partes donde el cabello ha empezado a escasear. Centros como la Clínica Mato Ansorena te ofrecerán todo lo que necesitas al respecto para alcanzar la imagen deseada gracias al saber hacer de su equipo de profesionales altamente cualificados.


Beneficios del injerto capilar
Realizado con anestesia local, el paciente podrá emprender el postoperatorio en su lugar de residencia, de forma que en torno a los 3 meses el cabello injertado comenzará a crecer por sí solo, pudiendo apreciar resultados satisfactorios y efectivos a los nueve o doce meses. Además de tratarse de una intervención muy sencilla y que no genera dolor alguno al paciente, no se precisa de hospitalización y no hay problemas de rechazo.
No obstante, para realizar el injerto capilar es necesario llevar a cabo un examen pormenorizado del estado del cabello, además de obtener un historial clínico donde los especialistas puedan determinar la viabilidad de la intervención. En este momento se emplean dos técnicas básicas para conseguir los resultados deseados. Por un lado, la conocida como FUE (Follicular Unit Extraction), que ayudará al profesional a extraer la unidad folicular y la denominada Strip o FUSS (Follicular Unit Strip Sugery), que contiene más de una raíz en una tira de piel.


Ambas técnicas son todo lo efectivas que espera el paciente para mejorar su imagen. Mientras la FUSS permite la extracción de un mayor número de unidades foliculares en un menor tiempo de cirugía, la técnica FUE es mínimamente invasiva, hasta el punto de que no deja cicatriz y permite una recuperación muy rápida.
¿Vosotros habéis aprovechado las ventajas del injerto capilar para recuperar vuestro cabello?, ¿cómo fue la experiencia?
Por otra parte cada vez está más de moda acudir a una clínica de trasplante capilar en Turquía debido al precio y a las condiciones que tienen para hacer trasplantes capilares,