Piel sensible: Limpieza de cutis

23 abril 2013 | Por gema

La piel sensible describe aquella condición que produce tirantez, descamación y enrojecimiento, y puede ser debido a factores genéticos, de alimentación, deshidratación o un problema ambiental.

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Las personas con piel sensible son más vulnerables al acné, eczema, rosácea y a los alérgenos de contacto, pero puedes realizar las prácticas adecuadas,  para aliviar el problema. Si tienes la piel sensible debes limitar los productos para limpiar tu cutis; utiliza sólo dos o tres productos a la vez, como un jabón suave, crema solar y crema hidratante, una vez o dos veces al día. Para hacer la limpieza de cutis, comienza con los productos de limpieza más suaves, que puede que no dejen la piel muy limpia, pero no son contraproducentes para tu piel sensible. Si tienes que limpiar tu piel más de una vez y frotar con fuerza, deberás de buscar otro limpiador más potente. Limita la frecuencia en que te lavas la cara, ya que si te excedes, conseguirás secar la piel. Lávate la cara una vez por la mañana con un jabón suave, y luego limpia de nuevo por la noche antes de aplicar una crema hidratante. Conoce cuáles son los ingredientes que debes de evitar al hacerte la limpieza del cutis, ya que pueden producir picor, irritación y piel seca en pieles sensibles, como el alcohol, acetona, olmo escocés, ácido glicólico, ácido benzoico, compuestos de ácido cinámico, ácido láctico, propileno glicol, formaldehído, bronopol, urea, ácido sórbico o vitamina C , entre otros. Evita las fragancias y colorantes, que son parte atractiva de los jabones, pero también son un peligro potencial para las personas con piel sensible, incluso cuando provienen de extractos naturales de plantas y aceites esenciales. Ten en cuenta los siguientes: eucalipto, lavanda, alcanfor, canela, menta y agua de rosas por citar algunos. Busca cremas hidratantes y antiinflamatorias que contengan ácido ursólico, una sustancia química que se encuentra en el romero, la salvia y la piel de manzana, que ayuda a reconstruir las capas externas de la piel dañada. Usa un protector solar en verano, aunque no vayas a salir. Los productos que contienen bloqueadores UV son una buena idea al año, pero son especialmente importantes en el verano, cuando los rayos más fuertes provocan deshidratación, arrugas y cáncer de piel. Huye del agua caliente, ya que elimina la humedad de tu piel; lava tu rostro siempre con agua fría, y utiliza el jabón justo.

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