

El agua oxigenada funciona muy bien como blanqueador dental, ya sea sólo o acompañado del bicarbonato de sodio y es la base de muchos productos blanqueadores. Debido a su mal gusto, se usa diluido con un poco de agua y no debes de utilizarlo si padeces llagas en la boca. Ten en cuenta que puede producir irritación de encías.
La ceniza de madera dura es un agente natural para blanquear los dientes. Contiene hidróxido de potasio, que posee pequeños cristales que ayudan a raspar las manchas de los dientes. Dado que este remedio resulta abrasivo y puede dañar los dientes con el uso frecuente, úsalo con moderación.
Las fresas contienen un enzima que actúa como blanqueador leve, pudiéndolo utilizar en forma de puré o frotando los dientes con la fruta entera. Debes de tener cuidado con este remedio, ya que las fresas contienen azúcar y ácido málico, que eliminan las manchas y blanquean los dientes, pero también ablanda el esmalte, por lo que tendrás que cepillarte los dientes inmediatamente después, para eliminar los azúcares naturales y ácidos de la fresa.
El bicarbonato de sodio es bien conocido por su capacidad como agente de limpieza, para deshacerse de las manchas y que da buenos resultados también en los dientes, especialmente para eliminar la capa fina de sarro que se forma en los mismos debido a la acción de los alimentos y como blanqueador dental.


Coloca bicarbonato de sodio en el cepillo de dientes y frótalos, al menos durante dos minutos, con movimientos circulares; enjuaga con abundante agua. No uses este remedio todos los días, ya que resulta bastante abrasivo y podría dañar el esmalte dental.
Fuente Imágenes ThinkStock.