Muchas mujeres tienden a ponerse el colorete en forma de círculos, pero es posible que no a todas les quede bien el resultado. Hay diferentes maneras de colocar el colorete según el tipo de rostro:
- Rostro ovalado:
En este rostro se debe poner el colorete en forma de círculos ovalados para contrarrestar con la forma alargada. No se debe poner el colorete de un tono mucho más oscuro que el de la piel o más oscuro que la base de maquillaje elegida, ya que el resultado sería demasiado exagerado.
- Rostro redondo:
El colorete debe colocarse sólo en los pómulos, no en las mejillas. Para ello, hay que encoger la boca absorbiendo las mejillas hacia dentro, de esta manera, quedan los pómulos sobresalidos y pueden ser maquillados sin pasarse a las mejillas. Con este truco se consigue afinar el rostro y dar menos sensación de redondez.
- Rostro del triángulo invertido:
Este tipo de rostro es, tal y como su nombre indica, de triángulo invertido. En estos casos el colorete se coloca tanto en los pómulos como en la parte posterior del mentón más cercana a las orejas para que, de esta forma, aporte menos sensación de rostro puntiagudo. Jugamos con el efecto de luz y de oscuridad del maquillaje para conseguir la forma que queremos en el rostro.
- Rostro rectángular:
En esta ocasión, se sigue el mismo método que con el rostro redondo, pero la cantidad de colorete debe de ser mayor, para poder contrarrestar con la forma rectángular del rostro y resaltar los pómulos.
- Rostro hexagonal
Este tipo de rostro ya tienes los pómulos resaltados, por lo que el colorete no es la parte del maquillaje más importante. Se puede colocar un poco, pero no demasiado ya que se exageraría demasiado los pómulos.
Si sigues estos consejos, notarás como puedes moldear tu rostro a tu gusto.
Fuente Imagen: ThinkStock
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