Esta moda se va implantando poco a poco en España, pero en otros países está muy asentada, especialmente en los países de América Latina. ¿Te gustaría saber más acerca de esta manicura tan original?


Desde hace algún tiempo, ya es fácil encontrar en cualquier barrio peluquerías y centros de belleza en los que se ofrecen servicios de manicura en los que decoran las uñas con dibujos de mayor o menos complejidad, en uno o varios colores, con aplicaciones de pedrería, lentejuelas, purpurinas, perlitas, pequeñas plumas o cualquier otra miniatura que se pueda aplicar sobre una uña.
En muchos países de América Latina es una costumbre muy instalada el hecho de llevar las uñas muy decoradas, pero en España, hasta hace muy poco, era algo no visto. Mas allá de la manicura francesa, poco más se hacía aquí. Además, el gusto estético más conservador y sobrio de la española, no ha sido buen caldo de cultivo para estas fantasiosas manicuras.
Sin embargo, la inmigración nos ha traído nuevos modelos estéticos y aunque mayoritariamente el público consumidor de estas manicuras son mujeres latinoamericanas, cada día más la española se está animando a poner una florecita en sus uñas.
El procedimiento requiere tener las uñas lo bastante largas para que hagan de lienzo. Se ha de preparar la uña limando la superficie para igualarla y luego se da una mano de barniz incoloro como base. Sobre esta, se procede a la decoración que dependerá mucho de la pericia y experiencia de la manicura. Desde pintar un pequeño motivo tipo florecita, corazón, líneas, en uno o varios tonos a realizar verdaderos mini cuadros, todo es posible con habilidad, paciencia y dejando secar bien un color antes de dar otro
Fuente de la imagen: Alexander Kuznetsov