

Uno de los cuidados que va a afectar a tu vida social es el mal aliento o halitosis, causada por una mala higiene oral; además, una de las razones más obvias para la práctica de una buena higiene bucal, es prevenir las caries. Si deseas proteger la superficie de tu esmalte, tu higienista dental puede eliminar la mayor parte de las manchas del tabaco, café y té, y pulirá los dientes convenientemente.
Cepilla tus dientes por lo menos dos veces al día con un cepillo suave y una pasta de dientes que contenga flúor, ya que el fluoruro ayuda a prevenir las caries. Pasa por lo menos dos minutos cepillando tus dientes, cubriendo todas las áreas, y presta especial atención a la zona donde se unen los dientes con las encías, donde se queda atrapada la comida y las bacterias.
Usa hilo dental por lo menos una vez al día después del cepillado, y de preferencia dos veces al día, que ayuda a limpiar entre los espacios. Raspa suavemente el hilo contra los lados de cada diente desde las encías hacia el exterior; esto limpiará los estrechos espacios, entre los que los cepillos de dientes no pueden entrar.
Trata de comer alimentos nutritivos, como las verduras y frutas frescas, y limita la cantidad de alimentos azucarados y bebidas, y recuerda que los zumos de fruta son más erosivos que las frutas enteras. Evita las bebidas gaseosas a toda costa, ya que destruyen el esmalte muy rápido.
Use un enjuague bucal antimicrobiano, para prevenir la gingivitis, y deja de fumar y no consumas tabaco, ya que puede aumentar el riesgo de enfermedad de las encías y el cáncer de la boca y garganta.
Fuente Imagen thinkstock.