

¿Has pensado en que quizá tú puedas convertirte en una de esas personas afortunadas que tienen el trabajo de sus vidas?
Si no te da miedo emprender y asumir nuevos retos, las franquicias de estética y belleza pueden ser una opción rentable para ti que, además, te permitirán trabajar en lo que te gusta dirigiendo un negocio propio.
¿Cómo elegir una franquicia de estética y belleza?
Si estás pensando en apostar por un negocio de este tipo hay diversos aspectos que debes analizar antes de tomar una decisión. Presta atención: -Royalti: es la obligación de pago del franquiciado. Es decir, la cantidad que tú, como gerente y encargado de la explotación del negocio, deberás abonar a la central. Normalmente tiene una frecuencia mensual. -Obligación de permanencia: te recomendamos optar por una franquicia de estética y belleza que no te obligue a permanecer atado por contrato si decides dar por finalizada tu colaboración. Un ejemplo de franquicia de este tipo es Opencel, que se encarga de buscar un nuevo gerente de zona si un franquiciado decide rescindir el acuerdo.


-Formación: asegúrate de que puedas acceder a información y formación constante sobre la actividad que vas a llevar a cabo en tu negocio. Lo ideal es tener a tu disposición a una persona que pueda ofrecerte asesoramiento y ayuda cuando te surja cualquier duda acerca de tratamientos, productos, precios, etc. -Modelo de negocio: antes que nada, verifica que el modelo de negocio que buscas es rentable y exitoso. Es importante que elijas un sector que te guste y te permita trabajar motivado, pero eso no lo es todo. Recuerda que se trata de poner en marcha tu empresa y debes buscar el máximo retorno de la inversión. -Reputación: Apuesta por fórmulas asentadas, con buena aceptación y que ya hayan demostrado su buen funcionamiento en otras zonas dentro del territorio nacional. Eso te permitirá minimizar los riesgos. Si quieres dirigir tu propio negocio y tener el trabajo de tus sueños ahora es el momento. Pon en marcha tu propia franquicia de estética y belleza y como decía la frase… ¡no tendrás que trabajar ni un día de tu vida!