Su funcionamiento base es el de eliminar las células muertas de la epidermis, dejando la piel suave, lisa y limpia de impurezas. Una esponja o guante normal, limpia la piel pero deja las células muertas, por lo que la limpieza no es total. Hay que tener en cuenta el tipo de piel que cada uno tiene para saber qué tipo de crin usar. No todas las pieles lo soportan igual.


Para pieles más sensibles existe un guante de crin más suave para que no haga daño a la piel. En este caso no es aconsejable utilizarlo de manera diaria. En cuanto a las pieles más duras, hay guantes de crin específicos. Éstos si pueden ser usados en tu higiene diaria.
Respecto a su utilización, no es recomendable frotar con mucha fuerza, ya que, aunque tengas la piel dura, puedes llegar a hacerte daño. Lo mejor es utilizarlo siempre con la piel húmeda, durante la ducha, nunca con la piel seca. Frotar con movimientos circulares de abajo hacia arriba.
El guante de crin no solo elimina la piel muerta, también estimula la circulación de las piernas al frotarlo contra ellas. Es aconsejable, una vez que as utilizado el guante, pasarse el cabezal de la ducha por la piernas en dirección ascendente en movimientos circulares y con una alternancia de agua fría y caliente. Esto terminará de estimular la circulación y notarás que tus piernas están más descansadas.
Para terminar con la estimulación de tus piernas, puedes poner una crema hidratante reafirmante. Notarás como la piel se estremece y se reafirma.
Usa tu guante de crin habitualmente y notarás los beneficios que éste aportara tanto a tu piel como a tu circulación.
Fuente Imagen: Trendencias