

¿Qué es Hifu?
El Hifu es una técnica propia de la medicina estética cuya principal función es la de eliminar la grasa localizada y reducir la flacidez. Esto lo consigue gracias a la absorción térmica, a través de un haz de ultrasonido de alta frecuencia que crea un efecto lupa y actúa sobre las capas más profundas de la piel sin que se dañe las superficiales. Hifu recoge su nombre de las siglas en inglés que significan “ultrasonido focalizado de alta intensidad”. Es precisamente esta concentración del ultra sonido con lo que se consigue aumentar la temperatura de la zona en donde se trata hasta unos 75 grados. Gracias a este aumento de temperatura de forma localizada se consigue que la grasa se deshaga para que, más adelante, se pueda eliminar de forma natural a través del propio organismo. Además, con este aumento de temperatura el Hifu no solo consigue eliminar esa grasa, si no que también es capaz de estimular la producción de colágeno y elastina. Esta producción de colágeno sirve para que la piel se mantenga mucho más joven, logrando una piel mucho más tensa y suave, libre de arrugas y pieles.
¿Dónde se puede aplicar el Hifu?
El Hifu se puede aplicar tanto en el rostro como en el cuerpo. En el caso de aplicarlo en el rostro las zonas más habituales son la papada y el mentón, ya que es donde se puede acumular más grasa. Además, también se pude aplicar en la frente y en los ojos. Si se aplica en el cuerpo las zonas de aplicación son más numerosas. De esta forma se incluyen los brazos, la parte superior de la rodilla y los flancos además del abdomen o las cartucheras y la zona interior de los muslos.
¿Qué beneficios tiene el Hifu?
Una de las cosas más interesantes con las que cuenta el Hifu es que se trata de una técnica no invasiva. Esto es ventaja fundamental para todas aquellas personas que tienen miedo a someterse a una operación de estética ya que se puede llevar a cabo sin ningún tipo de miedo al no ser invasiva. Además, se trata de una técnica de lo más limpia que no daña en ningún caso a los tejidos de la zona tratada. Por otro lado, se trata de una técnica que no es para nada dolorosa, se puede utilizar en cualquier tipo de piel y acaba con la grasa de forma permanente por lo que es una técnica de lo más efectiva. En definitiva, una forma de lo más sencilla de poder acabar con la grasa localizada sin ningún tipo de esfuerzo y sin tener que padecer nada de miedo.